En nuestra corta, pero intensa, andadura por el mundo del enebro hemos visitado al señor Gin Tonic en múltiples ocasiones, al rey Dry Martini y al duque Gimlet de manera esporádica. Nos faltaba un clásico para completar el cuadrado de la ginebra; el Negroni.
Trago de aperitivo por excelencia. Seco, amargo y duro. No apto para todos los paladares, pero que cuando se aprecia su final puede convertirse en nuestro trago de cabecera. Según cuenta la leyenda, tiene su origen en la adaptación del clásico Americano compuesto por Campari, Vermouth y soda a partes iguales, a una bebida un poco más seca debido al hastío (por el consumo repetitivo) que en el conde Camillo Negroni había provocado la bebida anterior. El barman sustituyó la soda por una parte de ginebra y le puso el nombre de su cliente más habitual. Así nació este clásico de la coctelería allá por los años 20 del siglo pasado.
Veamos cómo prepararlo paso a paso tras el salto.
Serviremos todo en un vaso bajo. Recordad que es un cóctel ideal de aperitivo, un auténtico volcán que no requiere una gran capacidad para su elaboración. Un vaso de tipo Old Fashioned es perfecto.
Aunque no es el caso de nuestra preparación, lo ideal es que todos los ingredientes saliesen directamente del congelador.
Paso 1. Servimos el hielo y enfriamos el vaso
Servimos un par de piezas de hielo consistente en el vaso y lo enfriamos girándolas en el sentido de las agujas del reloj. Cuando la condensación nos muestre que el cristal ya está frío podemos retirar la cucharilla con la que no hemos ayudado. Si el hielo ha soltado algo de agua la decantamos.
Paso 2. Servimos la ginebra
El ajedrez es como la vida misma
Desde una cierta altura, para que se oxigene, servimos una medida de ginebra equivalente a la tercera parte del vaso.
Paso 3. Servimos el Campari
Mismo procedimiento que para la ginebra. Desde una cierta altura regamos la copa hasta llegar a cubrir dos tercios de la misma. Dejamos sitio para el último ingrediente.
Paso 4. Servimos el Martini Rosso
Siendo sinceros, hemos realizado este cóctel porque hemos conseguido una botella de Martini Rosso de las clásicas. Ha sido un placer volver a ver su serigrafiado. Servimos la parte que nos quedaba para completar el combinado.
Paso 5. Servimos el amargo de Angostura
Aunque no está en la receta original, nos gusta el negroni potenciando un poco más su amargor. Para ello servimos dos simples golpes de amargo de Angostura.
Paso 6. Removemos
Con especial delicadeza y la ayuda de una cucharilla, removemos todos los ingredientes suavemente para que se mezclen.
Paso 7. Decorar y disfrutar
Aunque hay defensores del limón y defensores de la naranja (o de ambos), a nosotros nos gusta aportarle un toque dulce que facilite su entrada inicial. Cortamos un triángulo de naranja, lo exprimimos ligeramente sobre la copa y lo colocamos en el borde adornando el resultado final.
Un cóctel clásico e imperecedero. No muy extendido por nuestros lares, pero que todo el mundo conoce por el nombre. No os quedéis sin probarlo, es una revelación. Un consejo; no os asustéis en el primer trago, saborearlo poco a poco hasta el final.
Disfrútalo con moderación (recuerda, es tu responsabilidad).
Preparación. Negroni de The London Nº 1 (The London Gin)
En nuestra corta, pero intensa, andadura por el mundo del enebro hemos visitado al señor Gin Tonic en múltiples ocasiones, al rey Dry Martini y al duque Giml
whisky
es
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2021-06-17
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